1. Elección del Cepillo de Dientes
Opta por un cepillo de dientes con cerdas suaves para evitar daños en las encías y en el esmalte dental.
- Cambia el cepillo cada 3-4 meses o cuando las cerdas estén desgastadas.
2. Cantidad de Dentífrico
- Aplica una pequeña cantidad de pasta dentífrica con flúor en el cepillo. Demasiada pasta puede ser innecesaria y no mejora los resultados.
3. Técnica de Cepillado
- Movimientos Suaves: Realiza movimientos suaves y circulares, evitando presiones excesivas que puedan irritar las encías.
- Ángulo Adecuado: Inclina el cepillo ligeramente hacia las encías con un ángulo de 45 grados para llegar al espacio entre los dientes y las encías.
- Superficies Externas e Internas: Cepilla las superficies externas e internas de los dientes con movimientos ascendentes y descendentes.
- Superficies de Masticación: No olvides cepillar las superficies de masticación con movimientos circulares.
4. Cepillado de la Lengua
- Cepilla suavemente la lengua para eliminar bacterias y mejorar la frescura del aliento
5. Uso de Hilo Dental
- Utiliza hilo dental para limpiar entre los dientes.
- Usa el hilo dental con cuidado para evitar lesiones en las encías.
Frecuencia
- Cepíllate los dientes al menos dos veces al día: una vez por la mañana y otra antes de ir a dormir.
- Si puedes, cepíllate después de las comidas principales.
Recuerda que es importante adaptar estas técnicas a tus necesidades específicas y consultar siempre con tu dentista para obtener consejos personalizados sobre tu rutina de cuidado dental.
¡Mantén esa sonrisa sana y radiante!